Un brillante cielo celeste se opacó cuando se alzaron aproximadamente 200 prendas femeninas quemadas, rotas, desteñidas y sucias. Cada una de ellas colgaba carteles con los nombres de las víctimas, su edad y lugar de residencia. Tanto mujeres de 70 años como criaturas de 2 meses de edad, fueron recordadas en la marcha.
"Según datos de
A simple vista, se notó la sed que tenían por transmitir este horror que suele pasar desapercibido.
Una de las mujeres que lideraba el grupo ofreció unas palabras: "Todas éstas muertes se pueden prevenir y evitar con un poco de políticas públicas y de intervención de la sociedad en pos de que este flagelo no siga ocurriendo, es como si fuera un genocidio en cubierto, nos matan porque somos mujeres, porque estamos socializadas para la subordinación, la gentileza, la inferioridad."
Con la frente bien alta, mostrando una variedad de banderas, demandan la creación de centros de asistencia, la elaboración y la promulgación de una ley penal que contribuya a garantizar la seguridad de las víctimas.
Dando a conocer su visión personal, la mujer declara "A mi me parece que lo principal es que se tome en cuenta la violencia de género; es una forma de discriminación muy grosera que está ocurriendo y está muy silenciada."
El obelisco pasó desapercibido por 2 horas. La violencia entró en los hogares, en la familia. Una vez más estuvieron las multitudes que no consideran cruzarse de brazos, una opción.